Cuando publiqué los garbanzos con lombarda os comenté que había sustituido el pan por boroña. La boroña es una especie de pan hecho con harina de maíz; un alimento tradicional de los pueblos asturianos en tiempos de escasez. Se cuece sobre unas berzas y se come con el pote asturiano.
También se hace sopa de leche; primero se cuece la boroña con agua y después se va añadiendo poco a poco la leche. Yo tengo que reconocer que me gusta hasta sola, sin más, pero bueno a mí es que todo lo que lleve harina de maíz me encanta.
Os dejo la receta, heredada, como casi todas, así es como se hace en mi casa, posiblemente habrá otras formas de prepararla pero ésta es la mía. Creo que poca gente conoce esta receta, porque ya casi no se hace, pero quería tenerla en mi blog, por tradicional, por asturiana y porque está muy pero que muy rica.
INGREDIENTES:
Para el formiento: ´
1 cubito de levadura
1taza de harina de maíz
Media taza de agua tibia aproximadamente.
Para la masa:
500 gr. de harina de maiz
380 ml. de agua
1 cucharadita de azúcar
Un poquito de sal.
ELABORACIÓN:
La noche anterior hacemos el formiento. Mezclamos la harina con la levadura desmenuzada, añadimos el agua tibia y mezclamos. Lo tapamos con un paño y lo dejamos reposar toda la noche.
Al día siguiente añadimos al formiento la harina de maíz, el azúcar, la sal y el agua (tiene que estar bastante caliente). La cantidad de agua es orientativa, dependiendo de cómo nos quede añadiremos más o más harina. Lo amasamos dentro del bol, tiene que quedar una textura arenosa y muy suave. Si queréis lo podéis volcar sobre la meseta de trabajo para terminar de amasar, pero no tiene que quedar como la masa del pan, debe tener una textura como la que veis en la foto. Si es necesario añadimos más harina para amasar. La dejamos reposar una hora más o menos, tapada con un paño; no os preocupéis si no sube, no hace falta.
Lavamos las hojas de berza, las secamos muy bien, montamos una sobre otra un poco, Las colocamos sobre la bandeja del horno, echamos encima de las berzas un poco de harina y colocamos la masa. Le damos la forma, ovalada y no muy alta. La tapamos con un paño y la dejamos reposar una media hora más o menos.
Pasado ese tiempo le hacemos unos cortes, espolvoreamos un poco de harina y la metemos el horno. Debe estar precalentado a 190º.
La cocemos bastante tiempo, más o menos 50 minutos, hasta que dore, tiene que quedar durita por fuera y blanda por dentro (el tiempo como siempre dependerá del horno). Si vemos que está cocida y le falta color subimos la bandeja a una altura más alta para que dore.
Debe quedar así, la corteza durita y rota; pero por dentro queda suave.