27 octubre, 2013

ALBÓNDIGAS DE BONITO FRESCO

Esta receta se puede hacer con cualquier pescado,  blanco, azul, fresco o congelado. El método de hacerlo es igual que el de las albóndigas de carne. Para los niños que se resisten a comer pescado esta es una propuesta muy buena, se camufla en forma de albóndiga, se acompaña con lo que más les guste y disfrutan de un plato de pescado diferente.

Normalmente se suele utilizar los trozos de la cola o de los morros, personalmente me gusta combinarlos, la parte de atrás tiene más carne y los morros un poco más de grasa que hace que tanto el rollo de bonito como las albóndigas resulten más jugosas.


INGREDIENTES:

800 gr. aproximadamente de trozos de bonito (1/2 kg de bonito limpio)
1 huevo
1 cucharada rasa de pan rallado
Ajo
Perejil
Sal

Para la salsa:

1/2 cebolla
1/2 tomate pequeño
Vino blanco
Sal

PREPARACIÓN:

Lo primero que haremos será preparar el bonito. Al ser trozos hay que pelarlo, lavarlo y quitarle las espinas y la parte fibrosa (blanca). Sacaremos la carne la picamos bien menudita. Lo echamos en un bol, lo salamos le añadimos el ajo picado, el perejil picado, el huevo (sin batir) y la cucharada de pan rallado. Lo mezclamos todo bien y los dejamos que adobe unas dos horas.

Mientras se adoba preparamos la salsa. Cubrimos el fondo de una pota con un buen chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente echamos la cebolla picada, esperamos a que se dore y añadimos el tomate, también picado. Dejamos que se haga unos 5 minutos a fuego suave e incorporamos un buen chorro de vino blanco y dejamos que siga cociendo, siempre a fuego lento, aproximadamente 40-50 minutos. Salamos. Si lo necesitamos añadimos un poco de agua o caldo de pescado. Pasamos la salsa por el pasapuré y reservamos.

Una vez pasado el tiempo de adobo del bonito, hacemos las albóndigas del tamaño que tenemos costumbre (yo prefiero que sean más bien pequeñas). Para ello, con una cucharilla cogemos una porción de picadillo, le damos forma de bola y lo envolvemos con el pan rallado. Cuando terminemos empezamos a freírlas.

En una sartén echamos abundante aceite, rebozamos las albóndigas con huevo batido y las freímos hasta darles un buen color dorado. Cuando estén fritas las vamos sacando con una espumadera y las añadimos a la salsa.

Las dejamos cocer unos 15 minutos a fuego muy suave, les damos la vuelta y los dejamos otros 15 minutos más.




20 octubre, 2013

ROSQUILLAS DE LECHE

Estas rosquillas la saqué del blog  "un cachiño doce". En él encontraréis recetas que estoy segura que os van a gustar tanto como a mí, muy bien explicadas, cuidadas y con unas fotos espectaculares, así que tengo que agradecer a Mª José no solo ésta si no también otras publicaciones que ya forman parte de mi cuaderno de recetas.

Me recuerdan mucho a los donuts pero más sencillas de elaborar. Son suaves, esponjosas y con un glaseado riquísimo. Perfectas para una merienda especial.


INGREDIENTES:

400 gr de harina
Un vaso de leche templada (de los de nocilla, faltándole un dedo para el borde)
75 gr. de azúcar
Una pizca de sal
60 gr. de mantequilla derretida
Un sobre de levadura seca
Un huevo batido
Aceite de girasol para freírlas

Para el glaseado:

25 gr. de mantequilla (la receta original lleva 50 gr.)
3 cucharadas de agua templada
100 gr. de azúcar glass

ELABORACIÓN:

En un bol echamos la harina, le añadimos la levadura y el azúcar, lo mezclamos todo bien.

En otro bol batimos el huevo, echamos la leche templada, la mantequilla derretida y la sal. Lo mezclamos todo y lo vertemos en el bol de la harina.

Lo mezclamos todo bien con una cuchara de madera. Quedará un poco pegajosa.

Espolvoreamos con harina la meseta de trabajo, volcamos la masa y amasamos un poco. Untamos un bol amplio con un poco de mantequilla y metemos la masa dentro, la tapamos y la dejamos reposar una hora aproximadamente, debe crecer un poco pero no doblar el volumen.

Pasado este tiempo de reposo ya podemos preparar las rosquillas.

Nos untamos las manos con un poco de aceite y vamos cogiendo pequeños trozos de masa (del tamaño de una nuez aproximadamente), hacemos una bola, introducimos el dedo anular en el centro para hacer el agujero de las rosquillas, vamos girándolas sobre el dedo para aumentar un poco el agujero, hasta conseguir el tamaño que deseamos.

Cogemos un trozo grande de papel vegetal y vamos colocando encima de él las rosquillas según las vamos haciendo, las tapamos con un paño y esperamos a que aumenten su tamaño, aproximadamente una hora.

Pasado este tiempo ponemos abundante aceite en una sartén, una vez que esté caliente vamos echando las rosquillas, primero las doramos por un lado, les damos la vuelta y las doramos por el otro.

Cuando estén bien doraditas las vamos sacando para un plato cubierto con papel absorbente para quitar el sobrante de aceite.

Ahora vamos a prepara la cobertura. En un bol ponemos el axúcar glass, vamos añadiendo el agua y por último la mantequilla derretida. Lo mezclamos todo bien y baños las rosquillas con este glaseado.




13 octubre, 2013

LASAÑA DE BERENJENAS CON BECHAMEL DE BERENJENAS

Siempre había hecho las lasañas con la bechamel clásica, pero desde que descubrí la bechamel de calabacín la he sustituido en un montón de recetas, es más ligera y además está buenísima. Mi compañera de trabajo MJ Piquín, que es una de mis más fieles seguidoras, me comentó que la había probado con berenjena y que estaba de fábula, así que en esta ocasión la he utilizado para preparar esta lasaña; el resultado me encantó, le da mucha mucha jugosidad y al igual que la de calabacín se puede utilizar en infinidad de recetas.

Para la lasaña a mí me gusta que la bechamel quede más bien líquida, porque al echar la berenjena en crudo nos va a absorber líquido, tanto de la bechamel como de la salsa de tomate, si no nos quedará demasiado seca, aunque como siempre dependerá de vuestro gusto.


INGREDIENTES:

3 berenjenas grandes ó 4 pequeñas (una de ellas para la bechamel)
500 gr. de carne picada (mitad ternera mitad cerdo)
1 bote pequeño de salsa de tomate casera
600 ml. de leche
Queso rallado
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de mantequilla (se puede sustituir por otra de aceite)
2 ajos
Sal

PREPARACIÓN:

Empezamos por las berenjenas, las pelamos, las cortamos en rodajas finitas, las sumergimos en agua con sal y las dejamos uno 15 minutos. Pasado este tiempo, las sacamos del agua, las escurrimos, las secamos bien y las salamos. Reservamos.

Para la bechamel vamos  a utilizar una de las berenjenas anteriores, así que la troceamos en cuadraditos.

En un cazo echamos unas 2 cucharadas de aceite de oliva y una cucharadita de mantequilla, Cuando esté caliente mezclamos bien y echamos la berenjena troceada. La rehogamos bien a fuego suave unos 5 minutos, salamos y después añadimos la leche (no toda, la iremos añadiendo en tandas) y lo dejamos cocer unos 30 minutos hasta que esté bien suave. Iremos añadiendo más leche a medida que se va cociendo. Lo trituramos en la batidora hasta conseguir una crema fina y  reservamos. Si vemos que nos queda muy espesa le añadimos un poco más de leche, la ponemos al fuego y la dejamos hervir unos minutos.

Mientras se va haciendo la bechamel preparamos la carne.

En una pota echamos un poco de aceite, cuando esté caliente echamos los ajos picados, cuando empiecen a dorar añadimos la carne, y removemos muy rápido y sin parar para que no se nos hagan bolas, cuando veamos que está suelta echamos la salsa de tomate y la sal, y lo dejamos que se haga a fuego suave una media hora más o menos. 

Ahora que tenemos todos los ingredientes, vamos a preparar la lasaña. Encendemos el horno a 180º en posición arriba y abajo.

En una fuente apta para el horno echamos un poco de bechamel, para cubrir el fondo.


Después ponemos una capa de las berenjenas, intentando cubrir todo el fondo.


A continuación una capa del picadillo con la salsa de tomate


Después un poco de bechamel de berenjena, para que nos quede más jugosa.


Vamos colocando las capas así, es decir: berenjena, carne y bechamel hasta terminar con una de berejena cubierta completamente por la bechamel, la echamos toda.


Y por último abundante queso rallado.


Metemos la fuente en el horno y la dejamos cocer unos 50 minutos aproximadamente hasta que coja buen color y al pincharla la berenjena está tierna.. Apagamos el horno y la dejamos otros 10 minutos más dentro del horno.

El resultado buenísimo.



06 octubre, 2013

ENSALADILLA RUSA

Si hay una receta típica de verano éste es sin duda la ensaladilla rusa. Un plato que cuando se toma al aire libre es una auténtica delicia. Se prepara con ingredientes básicos  y se le puede añadir lo que más nos guste. En este caso quise ajustarme bastante a la clásica, patata, huevo, guisantes y pimientos de lata y atún, aunque le añadí maíz que le aporta un toque crujiente. Pero admite lo que os guste, zanahoria, fréjoles, anchoas, todo lo que queráis.

Acompañado con una ensalada de lechuga es un plato de lo más completo y como aún nos acompaña el buen tiempo, podemos seguir disfrutando de un plato tan veraniego como éste.


INGREDIENTES (para 4-5 personas)

4 patatas medianas
4 huevos
2 latas de bonito
1 bote de maíz dulce
1 bote de arbejos (guisantes)
1 pimiento de bote
Mayonesa

Para acompañar una ensalada: lechuga, tomate, aceitunas...

PREPARACIÓN:

Lavamos las patatas y los huevos.  En un recipiente con agua hirviendo echamos las patatas sin pelar, un poco de sal y las dejamos cocer hasta que estén hechas (para comprobarlo las pinchamos con un palillo).
Las sacamos del agua y las dejamos enfriar.

En otra pota con agua hirviendo con sal echamos los huevos, una vez que empiecen a hervir los dejamos cocer unos 9 minutos. Los sacamos y los dejamos enfriar.

Ahora preparamos todos los ingredientes: Picamos las patatas más bien pequeñas, aunque esto va en gustos, pelamos y rallamos los huevos (reservamos un poco de huevo rallado para adornar), el pimiento y añadimos el bonito desmenuzado, el maíz (bien escurrido) y los arbejos (que previamente habremos escaldado para quitarle un poco el sabor a conserva).

Lo mezclamos todo bien y añadimos la mayonesa. En este caso utilicé mayonesa comprada, entonces para darle un poco de sabor le añado un buen chorro de aceite de oliva, si veo que me queda muy espeso le echo una cucharada de agua y así hasta conseguir la cantidad y textura que me gusta. 

La dejamos en la nevera una hora mínimo para que los sabores se mezclen un poco. 

La sacamos, emplatamos, espolvoreamos por encima el huevo rallado que hemos reservado y acompañamos de una ensalada