Hoy toca una receta que en casa gusta mucho, no es complicada, aunque lleva un poco de tiempo; lo bueno es que podemos tenerlas preparadas y en el último momento gratinar, y eso nos facilita un poco la tarea. Tengo que reconocer que me encanta utilizar el horno para cocinar y siempre que puedo aprovecho para preparar alguna receta en él, así que esta receta es una de mis preferidas. El resultado es un plato rico, rico, sano, casi no lleva aceite, completo, muy nutritivo y que se corona con el queso gratinado, mi debilidad.
Admite muchos rellenos, en esta ocasión lo hice con picadillo, calabacín y salsa de tomate pero se puede variar y conseguir sabores diferentes, a vuestra elección.
Espero que os guste tanto como a mí.
INGREDIENTES:
4 berenjenas gorditas
2 calabacines
2 dientes de ajo
400 gr. de picadillo (mezcla)
5 cucharadas de salsa de tomate casera
Queso rallado
Sal
PREPARACIÓN:
Lavamos bien las piel de las berenjenas, le quitamos la parte verde y las partimos longitudinalmente en dos. Las metemos en una fuente con agua y sal y la dejamos unos 20 minutos.
Encendemos el horno a 190º en posición arriba y abajo. Forramos la fuente del horno con papel de aluminio, colocamos encima las berenjenas, le damos unos cortes de 1 cm. de profundidad, las pincelamos con aceite y las salamos. Las horneamos hasta que estén bien blanditas (unos 40 minutos aproximadamente).
Mientras se van haciendo preparamos el relleno.
Limpiamos el calabacín, lo pelamos, lo picamos bien menudito y lo rehogamos en una sartén con dos cucharaditas de aceite. Reservamos.
En otra sartén ponemos otras dos cucharadas de aceite, cuando está caliente añadimos los ajos muy picados, los dejamos hasta que cojan un color dorado, incorporamos el picadillo y removemos muy rápido y sin parar para que la carne no se haga "bolitas" y quede suelta. La dejamos pasar unos minutos (5 minutos más o menos).
Sacamos las berenjenas.
Y las vaciamos con cuidado de no romper la piel.
Con unas tijeras cortamos más menudita la carne de las berenjenas y la mezclamos con el picadillo, el calabacín y la salsa de tomate. La dejamos a fuego suave unos 15 minutos y rectificamos de sal.
Rellenamos con esta mezcla las berenjenas y echamos por encima queso rallado (al gusto) y las volvemos a colocar en la bandeja del horno (que tendremos caliente a 200º en posición arriba y abajo). Ponemos la bandeja en la parte alta del horno para que se gratinen.
Las sacamos y servimos bien calientes.