Esta es una receta parecida a la tortilla de bacalao que ya publiqué, bueno parecida en los ingredientes, porque tanto la presentación como la forma de prepararla es bastante diferente. El bacalao nos gusta especialmente, así que lo preparo con bastante frecuencia, pero variando la forma de cocinarlo, por eso de que lo mismo siempre aburre. Así que aquí os dejo esta receta, es muy sencilla, ya vereis
INGREDIENTES:
4 trozos de bacalao desalao (yo utilizo el que viene desalado y congelado pero se puede utilizar el salado y desalarlo).
4 patatas grandes.
Queso rallado (a gusto)
Sal
Aceite.
Tomate natural rallado.
PREPARACIÓN:
La noche anterior sacamos el bacalao a descongelar.
A primera hora lo escurrimos bien y lo secamos con papel de cocina.
Mientras, vamos haciendo el aceite de tomate. Rallamos 1/2 tomate maduro, lo mezclamos con 1/2 taza de aceite, añadimos sal y emulsionamos bien. Reservamos.
Ya seco el bacalao lo ponemos a confitar con abundante aceite de oliva (tiene que cubrirlo) y a fuego muy bajo, como veis en la foto, durante unos 20 minutos. Lo pincháis y si veis que está hecho lo sacáis. Cuando esté templado lo troceamos, procurando que nos queden las capas enteras.
Pelamos las patatas y las secamos bien, la loncheamos más o menos de 0.5 cm. y las confitamos en el mismo aceite del bacalao, durante unos 10-15 minutos. Las sacamos.
En una fuente apta para el horno vamos preparando las milhojas. Untamos la fuente con mantequilla. Colocamos, valiéndonos de un aro, una capa de patata, otra de bacalao, otra de patata, otra de bacalao y terminamos con otra de patata. Espolvoreamos con un poco de queso rallado y lo metemos al horno a gratinar a 190º.
Sacamos la fuente y los emplatamos. Yo puse dos por persona. Adornamos con el aceite de tomate.
Y listo.