Normalmente cuando hago mermelada suelo hacer bastante cantidad para que al menos dure unos 3 ó 4 meses; pero claro quitar las pepitas de las cerezas a 7 u 8 kilos de cerezas (que normalmente es la cantidad que hago) me parecía así como mucho trabajo, con lo cual solo hice 2.5 kg . El resultado una mermelada con mucho cuerpo y un sabor buenísimo.
Inconvenientes, pues que la cereza mancha mucho las manos y te quedan hechas un desastre. Siempre que pico verdura, patatas, fruta, limpio pescado y demás, utilizo guantes, por higiene y porque me protegen las manos. Pero al picar las cerezas se me debieron romper y cuando quité los guantes ni os cuento cómo tenía las manos, pobrecitas siempre son las que llevan la peor parte cuando cocinamos. Así que os voy a dejar un truco para estos casos, si necesidad de salir de la cocina.
Colocamos en la palma de la mano una cucharadita de azúcar, un buen chorro de limón y una cucharadita de aceite de oliva. Lo mezclamos y con la mezcla frotamos suavemente las manos, insistimos en los pulgares y en las uñas, durante unos 2 minutos mínimo, a partir de aquí lo que queráis. El azúcar actúa de exfoliante, el limón de blanqueador aportando perfume y el aceite como hidratante. Cuando las tengamos bien masajeadas las aclaramos al grifo con agua fría y las secamos con papel de cocina con pequeños toques, para no quitar la hidratación del aceite.
INGREDIENTES:
250 gr. de azúcar
PREPARACIÓN:
En un bol echamos las cerezas y las dejamos unos 2 minutos en agua, las pasamos a otro bol, las volvemos a aclarar y las pasamos a un escurridor, lo ponemos debajo del grifo y las volvemos a aclara con abundante agua fría.
Y ahora con mucha paciencia vamos a quitarle las pepitas a las cerezas. Con un cuchillo le hacemos un corte alrededor de la cereza, giramos las dos partes y quitamos las pepitas.
Vamos poniendo en una pota una capa de cerezas, una capa de azúcar, otra de cerezas, otra de azúcar y así hasta terminar, la última ha de ser de azúcar.
Las dejamos macerar toda la noche.
Al día siguiente, ponemos la pota al fuego y dejamos cocer a fuego suave unas 2 horas aproximadamente.
Trituramos con la batidora y después pasamos por el pasapuré.
Lo ponemos a cocer otra hora aproximadamente.
Mientras, vamos a esterilizar los tarros. En una olla grande echamos abundante agua, metemos los tarros y las tapas y los ponemos al fuego, tienen que hervir unos 20 minutos. Los sacamos con mucho cuidado, los ponemos a escurrir boca abajo sobre un paño limpio y los secamos.
Con la mermelada y el tarro calientes vamos a rellenarlos. Con una garcilla los llenamos con cuidado hasta arriba, bien llenitos. Los cerramos y los ponemos boca abajo durante 24 horas.
Pasado este tiempo ya los guardamos en un lugar seco.
Como veis utilizo poco azúcar, si queremos conservar la mermelada durante más tiempo habrá que añadirle bastante más, pero si se hace poca cantidad para consumir pronto (a mí suele durar unos 3-4 meses) es suficiente para endulzarla sin que tenga demasiadas calorías.