Después de lo bien que me salió el bizcocho de yogur me he atrevido con uno de chocolate. Y el resultado buenísimo.
Este bizcocho esponjoso de chocolate se lo vi a Rosa, creo que no necesita presentación, pero si alguien no la conoce os dejo el enlace de su blog bocados dulces y salados, donde podréis disfrutar de unas recetas fabulosas, tanto dulces como saladas, de unas fotografías espectaculares y del esmero que pone en cada una de ellas. Cada una de sus recetas es un regalo, así que desde este rincón muchas gracias por compartirlas.
Desde que lo vi sabía que mi iba a gustar, pero como tantas recetas de bizcochos la tenía guardada, esperando el momento en que los bizcochos no me dieran tantos problemas, y parece que ahora estoy en racha, así que tengo que aprovecharla.
No he cambiado ni una coma de la receta original, solo el tiempo de cocción y la temperatura, ya sabéis que en este punto cada horno es diferente y eso hay que tenerlo en cuenta. Lo demás tal cual indica Rosa.
INGREDIENTES:
125 gr. de harina especial bizcochos
125 gr. de mantequilla
125 gr. de azúcar glass
1 cucharadita de levadura Royal
175 gr. de chocolate negro
4 huevos
Una pizca de sal
PREPARACIÓN:
Forramos un molde con papel vegetal.
Ponemos a fundir el chocolate al baño María a fuego muy suave. Reservamos.
Separamos las claras de las yemas.
Tamizamos la harina y la levadura.
Batimos el azúcar con la mantequilla (que tendremos fuera del frigorífico para que esté un poco blanda) hasta conseguir una crema espumosa.
A continuación añadimos las yemas y seguimos batiendo. Después añadimos poco a poco el chocolate derretido y seguimos batiendo hasta que esté bien mezclado.
Ahora mezclamos la harina con la sal y la levadura, la tamizamos y la vamos añadiendo por tandas a la mezcla anterior. Batimos unos minutos más.
Montamos las claras a punto de nieve fuerte. Y ahora con las varillas manuales las vamos mezclando poco a poco con movimientos envolventes de abajo hacia arriba para que no nos bajen.
Lo metemos en el horno (que habremos precalentado). Decía que había que cocerlo a 150º durante 30 minutos. Pero pasado este tiempo lo pinché y seguía blando así que subí la temperatura a 170º y lo cocí unos 15 minutos más. Ya sabéis, cada horno es diferente y debemos conocerlo para ajustar tanto la temperatura como el tiempo de cocción.
Rico no, riquísimo.
