17 junio, 2012

PANECILLOS DE LECHE

Después de dos intentos, por fin conseguí lo que quería. Unos bollitos de leche suaves, muy suaves, con un sabor a pan buenísimo, con muy pocos ingredientes y dos levados.  Ya tengo publicados unos con mantequilla y azúcar, ( aquí os dejo la receta) pero ahora quería hacerlos más ligeros y el resultado ha sido buenísimo.

La única pega que es una masa bastante pegajosa, yo lo amasé a mano y me costó bastante ajustar la cantidad de harina,  pero bueno eso va a depender de la habilidad de quien amasa; aunque si disponéis de alguna máquina para amasar os va a resulta más sencillo



INGREDIENTES (salen 22 panes grandecillos)

Para el formiento:

150 gr. de harina de fuerza.
150 gr. de agua
1 cubito de levadura

Para la masa:

700 - 750 gr. aproximadamente de harina de fuerza
400 ml de leche
3 cucharadas de aceite
Sal
1 cubito de levadura.

PREPARACIÓN:

La noche anterior hacemos el formiento. Mezclamos en un bol grande la harina con la levadura desmenuzada y el agua un poco tibia. Lo mezclamos todo bien ayundándonos de una cuchara de madera y tapamos con un paño. Lo dejamos reposar toda la noche.

Por la mañana añadimos al formiento la leche, el aceite y la sal, removemos bien, a continuación agregamos la levadura desmenuzada y 1/2 kg de harina aproximadamente en dos tandas. Mezclamos todo bien y seguimos añadiendo más harina. Vertemos la masa sobre la meseta enharinada y amasamos hasta conseguir una masa lo más fina que podamos.

Como ya os comenté es bastante pegajosa pero si queremos conseguir uno bollos con una textura muy ligera y una miga muy suave no debemos añadir más harina.

Untamos con aceite un bol grande (o dos) y metemos la masa, la tapamos con un paño, la dejamos reposar hasta que doble su volumen, aproximadamente unos 90 minutos.

Pasado ese tiempo, la volcamos sobre la meseta enharinada y desgasificamos, amasando con fuerza. Dividimos la masa en porciones (a mí me salieron 22 bollos), los espolvoreamos con un poco de harina. Formamos los panes intentando conseguir que nos queden bien redonditos



Forramos la bandeja del horno con  papel vegetal y los vamos colocando dejando bastante espacio entre ellos porque crecerán mucho; de nuevo los tapamos con un paño, como no nos caben todos en la bandeja preparamos el resto y los preparamos en la meseta sobre papel vegetal. Los dejamos levar unos 40 minutos.

Mientras encendemos el horno a 210º en posición arriba y abajo. Los cocemos unos 12-15 minutos (dependerá como siempre de cada horno) hasta que cojan un suave color doradito.

Los dejamos enfriar sobre una rejilla. Si durante la cocción crecen demasiado y se juntan no os preocupéis, cuando los saquemos para la rejilla y estén fríos los separaremos.

Y listos para disfrutar de unos bollos que combinan con todo, tostados con mermelada, con queso, con jamón, con lo que más os guste.