30 noviembre, 2014

POLLO AL HORNO CON LIMONES CONFITADOS

Esta es una receta mezcla del pollo al limón y la de conejo al horno en la que prima el sabor y el aroma de limones confitados a la sal. Aunque si no tenéis estos limones preparados se puede añadir la corteza del limón a la hora de cocer el pollo y un buen chorro de limón. 

Es sencilla, solo hay dejar que el pollo absorba el sabor del adobo (para mí fundamental), pelar y cortar las patatas y el horno ya hace lo demás. 


INGREDIENTES:

1 pollo
1 cebolla grande
3 patatas
½ limón confitado (opcional)

Para el adobo:

3 dientes de ajo
½ vaso de aceite de oliva
½ vaso de vino blanco
Perejil
Sal

PREPARACIÓN:

Machacamos los ajos en el mortero, después añadimos el perejil picado muy menudo, incorporamos el aceite y vino blanco y removemos bien.

Untamos bien el pollo con el adobo (vamos metiendo trozo a trozo el pollo en el mortero y lo mojamos bien), lo salamos. Lo vamos poniendo en un bol amplio y lo dejamos en adobo mínimo 2-3 horas (se puede dejar toda la noche).

Encendemos el horno a 180-190º en posición arriba y abajo.

Untamos un molde apto para el horno con aceite (debe ser amplio, nos puede servir la misma bandeja del horno)

Pelamos las patatas y las partimos en dos (vamos a procurar que queden más bien grandes).

Pelamos y picamos la cebolla.

Vamos poniendo en la fuente el pollo, la cebolla y las patatas y todo el majado que nos haya quedado en el bol.

Una vez que el horno esté caliente lo metemos dentro y dejamos que se haga unos 40-50 minutos hasta que coja un buen color dorado. Pasado este tiempo sacamos la bandeja del horno. Miramos si las patatas están hechas, y si es así las sacamos y las reservamos tapadas. Sacamos los trozos de pollo, pasamos la salsa por el pasapuré, Volvemos a poner en la bandeja los trozos de pollo (que habremos dado la vuelta para que se doren por el otro lado), echamos la salsa y los trozos de limón confitado y dejamos que se haga unos 15 minutos más (ahora colocaremos la bandeja una posición más alta).

Podemos pinchar los trozos de pollo para saber si están hechos, si están suavecitos podemos servirlos, si no lo dejaremos un poco más.

Si no se consume en el momento o si nos sobra para otro día se puede calentar perfectamente en una pota en la cocina.