Últimamente he visto muchas rosquillas por los blogs, durante las fiestas de pascua son muy típicas en diferentes puntos de nuestra geografía. Básicamente la masa es en casi todos los misma, aunque variaciones hay un montón. En casa la receta que hacemos, como siempre es la de mi madre, así que decidí sobre ésta hacer un pequeño cambio, sustituí el aceite por mantequilla y el resultado fue buenísimo. Ahora toca experimentar con otros cambios que seguro que serán igualmente estupendos
INGREDIENTES: (para 18 rosquillas)
2 huevos (utilizamos como medidor la mitad de la cáscara de un huevo)
4 medias cáscaras de huevo de mantequilla (aproximadamente 70 gr.)
4 medias cáscaras de huevo de azúcar
2 pizcas de sal
Ralladura de limón (al gusto)
Un chorro de anís (al gusto)
6 cucharadas colmadas de harina de maíz fina (maizena)
175 gr. de harina de repostería, aproximadamente (si no es necesario no se utilizará toda)
Una cucharadita de levadura royal
Azúcar glass
PREPARACIÓN:
Derretimos la mantequilla, solo lo justo para poder medirla.
En un cuenco ponemos los huevos, el azúcar, el anís, la ralladura de limón, la sal, la mantequilla y con un tenedor lo mezclamos. A continuación añadiremos la levadura y la maizena, seguimos batiendo hasta que se mezcle bien y por último vamos incorporando la harina. Volcamos la masa sobre la meseta enharinada y amasamos hasta conseguir una masa muy fina.
La ponemos de nuevo en el bol y tapamos con papel film, la dejamos reposar unos 40 minutos.
Pasado este tiempo, ponemos aceite a calentar, hay que echar abundante aceite en la sartén para que cubran bastante las rosquillas.
Mientras, vamos a darle forma a las rosquillas. Hacemos bolitas del tamaño que nos gusten. Aquí tengo que decir que después en la sartén engordan bastante, así que no las haremos muy grandes. Redondeamos las bolitas y metemos el dedo índice en el medio y hacemos un agujero, lo abrimos un poco más, y volvemos a ponerla sobre la meseta. Así con todas (esto también lo aprendí de los blogs, yo siempre hacía una tira y después unía los extremos).
Cuando tengamos el aceite caliente, vamos echando las rosquillas, las freiremos a fuego medio, en mi cocina del 1 al 9, las freí al 6, hasta que estén doraditas (si el fuego está muy fuerte nos quedarán muy doradas y por dentro crudas y si las ponemos a muy poco fuego nos quedarán duras). Las sacamos para un plato que habremos cubierto con papel absorbente, las dejamos unos minutos y cuando todavía estén calientes las rebozamos en azúcar glass.
Una vez más tengo que agradecer la generosidad que tenéis conmigo. Es este caso es Trini de La cocina de Trini Altea la que me ha concedido este premio. Hace unas semanas era Walkiria la que me lo otorgaba y ahora la creadora del premio ha tenido la generosidad de acordarse de mi blog para regalármelo. Trini es una mujer encantadora, y su blog recoge recetas fabulosas y muy variadas, estoy segura que todos la conocéis pero, si no es así, asomaros a su cocina, os acogerá con tanto cariño como lo ha hecho conmigo y os sentiréis en vuestra casa. Mil gracias Trini.