20 abril, 2014

MARAÑUELAS DE CANDÁS

Las torrijas, las marañuelas y el bollo de Avilés son dulces típicos de estos días. En casa solemos optar por alguno de ellos y también por el que os propongo hoy: unas marañuelas de Candás. La receta, como no podía ser de otra forma, es de mi madre, ella aprendió a hacerlas cuando era cría, es de esas recetas imprescindibles, por la tradición que la acompaña y porque no hay que cambiar ni modificar ni renovar nada para mejorarla, la receta es perfecta, con un fuerte sabor a mantequilla y un intenso aroma a limón, buenísimas.

Nuestra gastronomía es muy rica en dulces y me gusta apostar por este tipo de recetas frente a otras más novedosas o más vistosas que se van incorporando a nuestras cocinas y disfruto muchísimo cuando las publico, primero porque las hago siempre de la mano de mi madre, mi referente siempre, porque son recetas que las he visto hacer en casa desde niña y porque cada una de ellas es un trocito de nuestra cultura culinaria.

Os invito a que las probéis, os gustarán.


INGREDIENTES:

11 yemas y 1 huevo entero
1/2 kg. de mantequilla
1/2 kg. de azúcar
La ralladura de dos limones
Una pizca de sal por cada yema de huevo (lo que cojamos con dos dedos)
Una pizca de Royal por cada yema de huevo (la puntita de una cucharilla)
El zumo de medio limón
Un pocillo de agua (unos 50-60 ml)
1,2 kg aproximadamente de harina todo uso

PREPARACIÓN:

El día anterior cocemos la mantequilla. La troceamos, la echamos en un cazo y la ponemos a fuego muy suave, la dejamos cocer aproximadamente 12-15 minutos. La dejamos enfriar en el mismo cazo.

Al día siempre la ponemos de nuevo al fuego, pero solo para derretirla.

En un bol amplio echamos las yemas y el huevo,el azúcar, la ralladura de los limones, la sal, el Royal, el zumo del limón, el agua y la mantequilla y con una cuchara de madera lo mezclamos un poco.

Después empezamos a echar la harina y seguimos mezclando hasta que nos cueste un poco revolver. Enharinamos la meseta y volcamos la masa, seguimos echando el resto de harina y amasamos hasta conseguir una masa fina, como la que veis en la foto.


La tapamos con papel film o con un paño y la dejamos reposar unas dos horas mínimo (no tiene que subir, solo reposar) a temperatura ambiente.

Pasado el tiempo de reposo encendemos el horno a 200º en posición arriba y abajo. Volcamos la masa y vamos a preparar las marañuelas. Cogemos una porción (del tamaño de una mandarina pequeña más o menos) la estiramos con las dos manos en forma de canutillo, lo enroscamos por un extremo un poco, cogemos el otro extremo, lo levantamos un poco y lo enrollamos alrededor.



Las vamos colocando sobre una bandeja que habremos cubierto con papel vegetal  y las cocemos unos 20 minutos aproximadamente, hasta que empiecen a dorarse por los bordes, si es necesario unos 5 minutos antes del tiempo cambiamos la bandeja a una posición más alta para que nos doren un poco más.


Las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez que estén bien frías las podemos guardar en una lata, aguantan perfectamente unos cuantos días.