Hola a tod@s. Ya estoy de vuelta. Este tiempo de vacaciones me ha pasado como un suspiro y el retorno ha sido un poco complicado a nivel personal. Pero no podía demorar más volver a retomar las riendas en mi cocina y en mi blog y por fin me he decidido a publicar una entrada. Quiero agradeceros que me hayais seguido durante estos días de descanso, he recibido un montón de visitas y nuevos seguidores y eso me impulsa a seguir con este proyecto.
Y vengo con una tarta muy clásica en mi casa, con uno de mis ingredientes favoritos en repostería, la almendra. Imposible que un postre de almendra no triunfe, siempre sale bien y espero que éste os guste.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
6 huevos
150 gr. de azúcar (menos una cucharada que puse de azúcar avainillado)
180 gr. de harina
1 cucharadita de Royal
Para la crema de almendra:
450 gr. de almendra molida
375 gr. de azúcar glass
3 claras de huevo
1 patata mediana
Para el almíbar (dependiendo de lo remojado que os guste)
Una taza grande de agua
Un chorro de vino dulce
3 cucharadas de azucar
Para el merengue:
2 claras
2 cucharadas de azúcar glass.
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será el almíbar. En un cazo echamos todos los ingredientes y lo dejamos cocer unos 20 minutos muy despacio. Pasado este tiempo lo apartamos y tapamos.
Después preparamos el bizcocho.
Encendemos el horno a 180º en posición arriba y abajo.
Separamos las claras de las yemas y las batimos con las varillas eléctricas a punto de nieve fuerte. Reservamos. En otro bol mezclamos las yemas con el azúcar y batimos hasta conseguir que blanqueen y quede espumoso. Después añadimos poco a poco la harina tamizada mezclada con el Royal y seguimos batiendo, costará un poco porque nos quedará muy denso. Después incorporamos las claras ahora con la varilla manual, con movimientos envolventes de abajo hacia arriba para que no nos bajen las claras.
Forramos con papel vegetal el molde y vertemos sobre él la tercera parte del bizcocho. Lo cocemos unos 12-14 minutos, sacamos y tapamos con film transparente para conservar la humedad. Y así hasta hacer las tres bases de bizcocho.
Vamos ahora a preparar la crema de almendra.
Cocemos la patata sin sal y cuando esté cocida la pasamos por el pasapuré.
En un bol mezclamos la almendra con el azúcar, después añadimos el puré de patata, removemos bien hasta que esté todo bien incorporado. Después añadimos una clara de huevo, no añadimos otra hasta que ésta esté integrada en la mezcla, tiene que quedar una crema que nos sea fácil de untar.
Con un tenedor pinchamos las planchas de bizcocho por varios sitios para que al remojar se nos impregne bien.
Ahora vamos a montar la tarta.
En un plato apto para el horno ponemos una plancha de bizcocho, lo emborrachamos, y colocamos la tercera parte de la masa de almendra, la extendemos bien. Después colocamos encima otra plancha de bizchocho, hacemos con el paso anterior. La última capa ha de ser de almendra, la extendemos bien tanto por arriba como por el borde.
Encendemos el horno a 250º en posición arriba y abajo o si tenéis con aire.
Una vez que la tarta esté doradita la sacamos y dejamos enfriar para poder adornarla.
Cuando esté bien fría preparamos el merengué. Batimos las claras con las varillas eléctricas. Una vez que lo tengamos bien firme, añadimos las dos cucharadas de azúcar y seguimos batiendo hasta que estén integradas.
Con una cuchara vamos metiendo las claras en la manga pastelera y decoramos la tarta.
Esta tarta mejora mucho si la degustamos fría, así que la dejamos en la nevera por lo menos 12 horas para que esté bien fresca. Además al estar el bizcocho remojado mejora después de un día al frío.
Con una cuchara vamos metiendo las claras en la manga pastelera y decoramos la tarta.
Esta tarta mejora mucho si la degustamos fría, así que la dejamos en la nevera por lo menos 12 horas para que esté bien fresca. Además al estar el bizcocho remojado mejora después de un día al frío.