Como os comentaba en la entrada anterior, el limón confitado a la sal lo utilicé para preparar pollo guisado. Nunca lo había usado en cocina y me sorprendió gratamente, no pensaba que el resultado fuera tan bueno, el olor que desprende, el toque que el limón da al pollo y sobre todo la salsa, lo mejor de la receta.
Realmente es un guiso tradicional pero con el punto diferente que le da el limón.
Realmente es un guiso tradicional pero con el punto diferente que le da el limón.
INGREDIENTES:
8 trozos de pollo
2 cebollas
1/2 limón confitado a la sal
Un poco del zumo de limón de la conserva
2 dientes de ajo
Aceite
PREPARACIÓN:
Limpiamos el pollo. En el mortero machacamos los dos dientes de ajo, la pulpa de medio limón confitado, añadimos una cucharadita de aceite y mezclamos bien. Con este adobo untamos los trozos de pollo, lo dejamos adobar unas 2 doras.
Pasado el tiempo del adobo ponemos en una sartén abundante aceite y freímos el pollo hasta que coja buen color. Reservamos.
Colamos el aceite para una pota y lo aprovechamos para preparar la salsa. Picamos las dos cebollas en juliana fina. Cuando tengamos el aceite caliente incorporamos la cebolla y dejamos que se haga una media hora aproximadamente hasta que empiece a coger un color dorado claro.
En una pota amplia ponemos el pollo y echamos por encima la salsa, dejamos que se vaya haciendo todo a fuego muy suave. Echamos dos cucharadas del zumo de limón de la conserva. y lo dejamos cocer unos 40 minutos.
Entre los ingredientes no he puesto sal. Tanto la pulpa que hemos utilizado para el adobo como el zumo de limón lleva mucho sal, así que esperaremos a que el pollo esté hecho y reposado para añadir o no sal.
Según se vaya haciendo el pollo si vemos que lo necesita echamos un poco de agua. Cuando veamos que faltan unos 10 minutos para que el pollo esté hecho añadimos la corteza de medio limón confitado.
El mejor acompañamiento para este plato son unas patatas. En este caso confitadas y después fritas unos 3 minutos. Buenísimas.