Esta receta la saqué de un libro que tengo de repostería casera, es de esos libros que te dan confianza porque haces una receta y sale, pruebas con otra y también sale, lo intentas de nuevo con otra y también y así con todas, y eso es una garantía a la hora de probar dulces que a priori te generan cierta desconfianza porque nunca los has probado.
Así que a la hora de hacer las cocadas no lo dudé y recurrí a este libro; es una receta sencilla, y solo se necesitan tres ingredientes para disfrutar de un dulce muy rico.
Lo único que cambié de la receta original fue la temperatura del horno.
Ya veréis que sencillo.
INGREDIENTES: (para unas 20 cocadas pequeñitas)
3 tazas de coco rallado
1 taza de leche condensada
1 huevo
PREPARACIÓN:
En un bol amplio mezclamos el coco y la leche condensada, después añadimos el huevo (sin batir). Removemos hasta que los ingredientes estén bien unidos. La mezcla tiene que ser muy húmeda pero que podamos manejarla con las manos. La dejamos reposar unos 15-20 minutos.
Mientras tanto encendemos en horno a 150º con ventilador o a 170º sin ventilador.
Mientras tanto encendemos en horno a 150º con ventilador o a 170º sin ventilador.
Transcurrido este tiempo preparamos las cocadas. Nos podemos ayudar de una manga pastelera con boquilla rizada o bien hacer unas bolas con las manos y después con un tenedor hacer unas marcas. Las vamos colocando sobre la bandeja del horno (que habremos cubierto con papel vegetal).
Cuando el horno esté caliente introducimos la bandeja en el horno hasta que cojan buen color, aproximadamente unos 10 minutos, hay que conseguir que nos doren bastante pronto para que por dentro no nos queden secas.
Las sacamos y las vamos pasando a una rejilla para que enfríen. Después las colocamos sobre unas cápsulas de papel y litas.