Un bocado delicioso para acompañar un café a media tarde.
Se pueden hacer solo con el hojaldre y están estupendas, o preparar una cobertura de chocolate y aún están mejor. Pero a mí todavía me gustan más las que llevan crema de yema; la textura de esta crema me encanta y con el escarche le da un extra de dulce buenísimo.
Se pueden hacer solo con el hojaldre y están estupendas, o preparar una cobertura de chocolate y aún están mejor. Pero a mí todavía me gustan más las que llevan crema de yema; la textura de esta crema me encanta y con el escarche le da un extra de dulce buenísimo.
Espero que os gusten.
INGREDIENTES:
Para las palmeras:
1 lámina de hojaldre refrigerado
Un poco de azúcar
Una yema de huevo
1 cucharadita de leche
Para la crema de yema:
120 gr. de azúcar
35 ml. de agua
4 yemas de huevo
Para el escarche:
1 taza de azúcar glass
Agua
PREPARACIÓN:
Encendemos el horno a 220º en posición arriba y abajo.
Lo primero será hacer las palmeras: desenrollamos el hojaldre, espolvoreamos un poco de azúcar por encima y la aplastamos ligeramente con el rodillo, no hay que estirar el hojaldre, solo hay que conseguir que el azúcar quede fija a la masa, le damos la vuelta y hacemos lo mismo, espolvoreamos el azúcar y lo aplastamos.
Ahora hacemos una marca en la mitad del hojaldre, juntamos en ese punto los dos extremos.
Volvemos a doblar cada parte hasta el centro, espolvoreamos un poco más de azúcar y pasamos el rodillo para fijarla.
Y otra vez más, montando una parte sobre otra y pasamos de nuevo el rodillo.
Ahora cortamos porciones de algo más de un centímetro y las vamos colocando sobre la bandeja que habremos cubierto con papel vegetal.
Ahora hacemos una marca en la mitad del hojaldre, juntamos en ese punto los dos extremos.
Volvemos a doblar cada parte hasta el centro, espolvoreamos un poco más de azúcar y pasamos el rodillo para fijarla.
Y otra vez más, montando una parte sobre otra y pasamos de nuevo el rodillo.
Ahora cortamos porciones de algo más de un centímetro y las vamos colocando sobre la bandeja que habremos cubierto con papel vegetal.
En un bol mezclamos la yema, la leche y media cucharadita de azúcar y pincelamos las palmeras con esta mezcla.
Las horneamos unos 15 minutos aproximadamente, las sacamos y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Así ya están buenísimas.
Así ya están buenísimas.
Cuando hayan enfriado preparamos la crema de yema.
En un cazo echamos el azúcar y el agua y preparamos un almíbar flojo; sin revolver dejaremos que hierva unos 8 minutos a fuego suave. Lo apartamos del fuego para que enfríe un poco y añadimos las yemas (ligeramente batidas) poco a poco y con unas varillas lo removemos bien. Lo ponemos de nuevo al fuego hasta que espese. Lo pasamos por un colador y nos quedará una crema superfina.
Echamos una cucharadita de esta crema sobre cada palmera y la extendemos bien.
Dejamos que enfríe y cuaje la crema (seguiremos dejando las palmeras sobre una rejilla).
Una vez fría preparamos el escarche. En una taza echamos el azúcar y vamos añadiendo poco a poco media cucharadita de agua, hasta conseguir la textura que deseamos, para estas palmera debe quedar más bien fina. Cubrimos las palmeras con este escarche y dejamos que cuaje.
Una vez fría preparamos el escarche. En una taza echamos el azúcar y vamos añadiendo poco a poco media cucharadita de agua, hasta conseguir la textura que deseamos, para estas palmera debe quedar más bien fina. Cubrimos las palmeras con este escarche y dejamos que cuaje.