29 enero, 2014

SALSA DE TOMATE

Junto con la salsa bechamel es de las salsas que más utilizo. Para cualquier tipo de pasta, para una paella, para un arroz blanco o para acompañar un huevo frito, tiene infinidad de usos.

Las cantidades que pongo son para un bote mediano y nos puede dar para más de un uso. Si nos sobra, una vez frío lo echamos en un bote de cristal, vertemos sobre la salsa un buen chorro de aceite de oliva, cerramos bien el bote y lo guardamos en la nevera; nos aguantará entre 4 ó 5 días.


INGREDIENTES:

½ kg. de tomates muy maduros
½ cebolla pequeña
2 dientes de ajo
Aceite
Sal
½ cucharadita de azúcar

PREPARACIÓN:

Lavamos muy bien los tomates, y los troceamos. Reservamos.

En una pota ponemos un poco de aceite. Cuando esté caliente echamos los dientes de ajo pelados y partidos a la mitad. Dejamos que se hagan muy bien. Cuando estén muy dorados, añadimos la cebolla, pelada y picada. Dejamos que coja color como el que veis en la foto, tiene que quedar muy pero muy dorada (roza el punto de quemado).


Ahora incorporamos los tomates y un poco de sal. Lo dejamos cocer a fuego suave hasta que el tomate esté muy blando, aproximadamente unos 40-50 minutos.




Lo trituramos con la batidora y después lo pasamos por el pasapuré, para que nos quede una salsa fina

Lo ponemos de nuevo a cocer, ahora ya menos tiempo, unos 15 minutos más o menos, hasta que engorde un poco. Durante esta cocción añadimos el azúcar para quitar un poco la acidez del tomate.