Me encantan los quichés. El sabor, la textura, el hojaldre, uf! están buenísimos. Y el olor que desprende, es increíble, huele toda la casa y, como decimos aquí, toda la quintana. Son sencillos y el resultado, a pesar de hacerse en el horno, es siempre buenísimo.
Los suelo hacer bastante, pero éste me resultó especialmente rico. No sé, tal vez por hacer el calabacín a la plancha o por el queso de cabra, no sé, pero pasa a ser uno de mis preferidos.
INGREDIENTES:
1 lámina de hojaldre (de la marca que utilicéis).
1 calabacín.
2 patatas
2 patatas
4 huevos.
1/2 vaso de leche (se puede sustituir por nata líquida)
3 lonchas de jamón serrano.
80 gr. de queso de cabra.
Queso rallado.
PREPARACIÓN:
Sacamos el hojaldre para que se nos vaya descongelando mientras preparamos el quiché.
Encendemos el horno en posición arriba y abajo a 190º.
Lavamos bien el calabacín y lo loncheamos bastante fino. Ponemos una sartén al fuego con una cucharada de aceite, cuando esté caliente echamos el calabacín, no todo, los que nos quepan para hacer a la plancha. Una vez dorado por la parte inferior le damos la vuelta y salamos. Cuando estén hechos los sacamos para un plato. No hay que hacerlos del todo, solo que queden dorados, así que los pondremos a bastante fuego. Repetimos con el resto del calabacín. Yo lo hice en tres tandas.
Mientras vamos haciendo el calabacín pelamos las patatas, las picamos también en lonchas, bastante finas, algo menos de 0,5 cm., las colocamos en un plato con un poco de agua, las salamos, las tapamos con otro plato y las metemos en el micro unos 3 minutos. Las sacamos, las ponemos a escurrir en un papel absorbente, las troceamos muy menuditas.
Untamos un molde redondo con mantequilla y lo enharinamos.
Extendemos la lámina de hojaldre y la colocamos sobre el molde aprentando bien para que las paredes queden bien cubiertas, lo pinchamos con un tenedor para que el hojaldre no infle y lo metemos en la parte de arriba del horno para que se nos haga un poco, unos 4-5 minutos.
Mientras, en un bol grande echamos los huevos, la leche, el queso de cabra y lo batimos con la batidora. Cuando lo tengamos todo bien mezclado agregamos el jamón que habremos troceado muy picadito, las patatas y el calabacín.
Sacamos el molde del horno, vertemos la mezcla anterior y espolvoreamos todo con queso rallado.
Lo horneamos unos 40 minutos. Pasado este tiempo comprobamos que esté cocido. Lo pinchamos con un palillo, si sale seco ya está, si todavía está un poco mojado lo dejamos dentro con el horno apagado, el calor que tiene lo hace secar.
Buen provecho.
Antes de meter en el horno.
Una vez horneado.
