Esta receta la hice
aprovechando un poco de carne guisada que me habría sobrado y
reconozco que el resultado nos encantó. Siempre preparo la lasaña
o los canelones con carne picada pero es increíble cómo de esta
manera gana en sabor, y estoy convencida que a partir de ahora será
un plato a repetir en muchas ocasiones.
Espero que os guste
tanto como a mí.
INGREDIENTES: ( para dos moldes pequeños de 12x16)
Unas 10 láminas de pasta para lasaña (las ajustamos al molde, calculando que necesitamos 4 capas)
2 berenjenas
1/2 calabacín
4 rodajas de carne guisada con su salsa
Unas cucharadas de salsa de tomate
3/4 de leche
Una cucharadita de mantequilla
Un chorro de aceite de oliva
Queso rallado
Sal
PREPARACIÓN:
Empezaremos preparando
las verduras.
Lavamos las berenjenas,
las pelamos, hacemos 16 rodajas más finitas (para la lasaña) y el
resto más gordas (para la bechamel). La metemos en un bol con agua y
sal y dejamos reposar unos 15 minutos. Sacamos y secamos con papel
absorbente.
Mientras las tenemos a
remojo lavamos el calabacín, hacemos rodajas finas y las hacemos
ligeramente en la plancha, salamos y reservamos.
Hacemos lo mismo con
las berenjenas que hemos laminado más finas. Reservamos.
Ahora empezamos a
preparar la bechamel. Vamos a preparar bastante y más bien con una textura ligera, porque al utilizar placas precocidas éstas absorben mucha
cantidad de líquido para cocerse en el horno, así conseguimos una
lasaña jugosa, si no nos quedará demasiado apelmazada.
Picamos la berenjena en
trozos pequeños. En un cazo amplio echamos una cucharadita de
mantequilla y un poco de aceite de oliva, dejamos que se haga un poco
y volcamos la berenjena troceada, rehogamos bien y dejamos que se
haga suave unos 5 minutos, después vertemos la leche, en varias
tandas, primeros dejamos que se haga un poco y a medida que se va secando vamos
añadiendo más, salamos y dejamos cocer aproximadamente unos 30-40
minutos, hasta que la berenjena esté bien cocida. Trituramos con la
batidora y reservamos.
Mientras va cociendo la
bechamel, ponemos las láminas de lasaña en agua caliente según las
indicaciones del fabricante; pasado el tiempo de remojo las colocamos sobre un paño de cocina y secamos.
Desmenuzamos la carne y añadimos una cucharadas de la salsa de haberla guisado. Reservamos.
Encendemos el horno a 180º-190º en posción arriba y abajo.
Desmenuzamos la carne y añadimos una cucharadas de la salsa de haberla guisado. Reservamos.
Encendemos el horno a 180º-190º en posción arriba y abajo.
Ya solo queda formar la
lasaña: en la base del molde echamos unas cucharadas de la bechamel,
una capa de pasta, la berenjena, bechamel y un poco de salsa de
tomate, otra capa de pasta, el calabacín, bechamel y tomate; otra
lámina de pasta, la carne, bechamel, tomate y tapamos con otra
lámina de pasta. Cubrimos con la bechamel restante y espolvoreamos
generosamente con queso rallado.
Metemos al horno y
dejamos cocer unos 30 minutos aproximadamente hasta que el queso coja
buen color dorado. Servimos bien caliente.
Personalmente me gusta
dejar reposar la lasaña de un día para otro, así los sabores se
potencian y el resultado me resulta más sabroso, pero esto ya es un
capricho mío.