14 agosto, 2016

TARTA TRES CHOCOLATES

Hoy traigo un postre sencillo, una tarta de tres chocolates, perfecta para preparar en verano, ya que va a la nevera y no se necesitamos encender el horno. Personalmente no es de mis favoritas, es más, creo que voy a tardar en repetirla (prefiero una tarta clásica de manzana o de almendra, una milhojas o un brazo gitano...) pero como en casa las opiniones fueron dispares, la publico y está.


No reviste complicación pero sí resulta entretenida por los tiempos de reposo que hay que tener en cuenta antes de empezar a prepararla.


INGREDIENTES:

Para la base:

12 galletas tipo digestive
70 gr. de mantequilla

Para la crema de chocolate negro:

250 ml. de leche
250 ml. de nata líquida
150 gr. de chocolate negro
3 cucharadas de azúcar
1 sobre de cuajada

Para la crema de chocolate con leche:

250 ml. de leche
250 ml. de nata líquida
150 gr. de chocolate con leche
2 cucharadas de azúcar
1 sobre de cuajada

Para la crema de chocolate blanco:

250 ml. de leche
250 ml. de nata líquida
150 gr. de chocolate blanco
1 cucharada de azúcar
1 sobre de cuajada

PREPARACIÓN:

Comenzamos con la base. Trituramos las galletas bien con un robot o a mano con un rodillo de madera. Derretimos la mantequilla en el microondas y mezclamos con la galleta molida, primero con una espátula o cuchara de madera y después nos ayudamos de las manos hasta conseguir una masa que se pueda manejar.


Cortamos un trozo cuadrado de papel vegetal y marcamos en él el fondo del molde apretando el papel sobre la base del molde, vamos colocando sobre el papel la mezcla de galleta y aplastándola, cuando tengamos el fondo cubierto con podemos ayudar con el rodillo de cocina, así conseguiremos que se iguale mejor. Lo colocamos sobre el fondo del molde y cerramos. Rellenamos los bordes con la galleta. Reservamos en la nevera mínimo una hora para que se endurezca un poco.

Pasado este tiempo empezamos a elaborar las capas de chocolate. El orden lo elegís a vuestro gusto, yo primero preparé la de chocolate negro y la última la de chocolate blanco, pero se pueden invertir las capas.

De los 250 ml. de leche separamos como medio vaso, vertemos el sobre de cuajada y revolvemos bien. Reservamos.

Ponemos el resto en un cazo al fuego con la nata y el azúcar, dejamos que hierva unos 2-3 minutos. Apartamos del fuego y echamos el chocolate negro, con el calor será suficiente para que se derrita, revolvemos para que se mezcle bien.

Cundo esté fundido añadimos el vaso de leche con la cuajada y lo ponemos de nuevo al fuego, sin dejar de remover esperamos a que empiece a hervir. Apartamos del fuego y entibiamos unos 2 minutos revolviendo suavemente. Volcamos sobre la base de galletas. Metemos en la nevera por lo menos una hora para que cuaje.

Pasado el tiempo de reposo procedemos de la misma manera para hacer la capa de chocolate con leche. Una vez que la tengamos, sacamos el molde de la nevera, hacemos unas pequeñas rayas con un tenedor o un palillo y vamos vertiendo con cuidado la crema de chocolate con leche. Lo mejor hacerlo con una garcilla porque como la crema que estamos añadiendo está caliente y nos puede estropear la capa inferior. Cuando la hayamos echado toda movemos un poco el molde y reservamos de nuevo en la nevera para que cuaje.

Hacemos lo mismo con la crema de chocolate blanco.

Reservamos en la nevera por lo menos 12 horas.

Se puede adornar con unas virutas de chocolate, un crocanti de avellanas..., o simplemente dejarla así. 

Se sirve muy fría.