28 septiembre, 2014

TARTA DE QUESO

Después de unas semanas de parón vuelvo a publicar. Pero sobre todo vuelvo para agradeceros, como siempre, vuestra fidelidad. Si os fijáis en la parte izquierda del blog, el contador de visitas ha superado el millón y como no podía ser de otra manera, hay que celebrarlo.

He elegido una tarta de queso, suave, en su punto justo de dulzor y que en casa triunfa siempre. Espero que también os guste porque va dedicada a vosotros. 

¡¡¡¡¡¡¡¡Un millón de gracias!!!!!!!!


INGREDIENTES:

Para la base:

16 galletas tipo Digestive
3 cucharadas de leche condensada
3 cucharadas de leche
2 cucharadas de mantequilla derretida

Para el relleno:

Un bote de leche condensada (menos las tres cucharadas que utilicé para la base)
300 gr. de requesón
200 gr. de queso (tipo philadelfia)
5 huevos
4 cucharadas de maizena

PREPARACIÓN:

Lo primero que haremos será la base. Trituramos las galletas (yo utilizo para molerlas el rodillo de madera sobre una tabla), vamos echándolo en un bol, después añadimos la leche condensada, la leche y la mantequilla derretida, lo mezclamos bien y terminamos integrándolo todo con la manos.

Cubrimos la base de un molde desmontable con papel vegetal, vamos colocando la mezcla de galletas sobre el papel. Para extenderla mejor, una vez que tengamos cubierta toda la base, nos ayudamos con el rodillo de madera. Colocamos el cierre del molde, cerramos y untamos las paredes del molde con mantequilla y pegamos papel vegetal, cubrimos también con la masa de la galleta el lateral del molde más o menos unos 3 cm. de altura. Lo tapamos y la metemos en la nevera mientras preparamos el relleno.

Pasado el tiempo de reposo de la base preparamos el relleno y encendemos el horno a 150º en posición arriba y abajo.

En el vaso de la batidora echamos los dos quesos, la leche condensada, las 5 yemas y la maizena, lo batimos bien hasta conseguir una crema fina. Lo volcamos en un bol grande.

Aparte batimos las claras a punto de nieve fuerte. Una vez bien montadas, las vamos añadiendo a la mezcla anterior y con las varillas manuales las vamos incorporando con movimientos envolventes de abajo hacia arriba hasta mezclarlo todo bien.

Sacamos el molde de la nevera, echamos la mezcla de queso, lo metemos al horno y lo cocemos aproximadamente una hora y cuarto hasta que dore un poco. Abrimos un poco la puerta del horno y dejamos la tarta dentro unos 20 minutos aproximadamente.

Pasado este tiempo sacamos la tarta del horno y dejamos que enfríe en el molde. Cuando la tengamos fría, la desmoldamos, la cubrimos con mermelada (que previamente habremos calentado un poco al fuego y que resulte más líquida y así más fácil de extender sobre la tarta) y la metemos en la nevera.

En este caso utilicé una mermelada de moras y arándanos casera, pero sirve cualquier otra, la que más os guste. Aunque también sin la cobertura de mermelada está igualmente rica.

La dejamos reposar tapada en la nevera al menos un día, su sabor mejora mucho con el reposo.